La iniciadora y principal
exponente de las aplicaciones terapéuticas
a la práctica infanto-juvenil es Violet Oaklander, quien retomó los principios
de la Gestalt y desarrolló un modelo de terapia dirigido al desarrollo
saludable del niño, al funcionamiento armónico de sus sentidos, cuerpo,
emociones e inteligencia. Para esta autora, el niño tiene que aprender a utilizar
todos sus sentidos, primero para sobrevivir y después para aprender acerca de su
mundo. El niño sano es capaz de ejercitar su cuerpo y sentidos para utilizarlos
con habilidad. Descubre el lenguaje como un medio para expresar sus
sentimientos, necesidades, pensamientos e ideas.
Desde esta perspectiva, la salud
se logra a través del desarrollo holístico constante y armónico de los
sentidos, cuerpo, emociones e intelecto. Así, el niño confía en él y en su
fuerza interior que lo lleva a la autorrealización y a adquirir un sentido de
ser en el mundo.
Oaklander plantea un modelo de trabajo que puede utilizarse al aplicar diversas técnicas gestálticas durante el proceso terapéutico. Los pasos a seguir son los siguientes:
PASO
1: Hacer que el niño comparta la
experiencia de dibujar, para que pueda expresar sus sentimientos acerca de
enfrentar y hacer la tarea, sobre cómo enfrentó y continuó el trabajo, exponiendo
su proceso. Para compartir más su yo.
PASO 2: Hacer que el niño comente el
dibujo mismo, describiéndolo a su manera, sobre las partes que éste posee o lo
que está sucediendo.
PASO
3: A un nivel más profundo,
estimular en el niño un mayor autodescubrimiento pidiéndole que se explaye
sobre fragmentos del cuadro: esclareciendo los fragmentos, haciéndolos más
obvios; describiendo las figuras, formas, colores, representaciones, objetos
y/o personas.
PASO 4: Pedir al
niño/a que describa el cuadro como si este fuera él/ella. Usando la palabra
“Yo”. Por ejemplo: “Yo soy este cuadro; yo tengo líneas rojas por todos lados y
un cuadrado azul al medio”.
PASO 5: Escoger
cosas específicas en el cuadro para que el niño se identifique con ellas: “Sé
el cuadrado azul y descríbete con más detalles – que aspecto tienes, cuál es tu
función, etc.”.
PASO
6: Hacer
preguntas al niño/a sobre su proceso: “¿Qué es lo que haces?”. “¿Quién te
usa?”. “¿A quién quieres más?”. Estas preguntas surgirán de su capacidad de
“meterse” en el dibujo junto con el niño y abrirse a múltiples posibilidades de
existir, funcionar y relacionarse.
PASO
7: Concentrar aún más la atención
del niño y agudizar su toma de conciencia mediante el énfasis y la exageración
de una o más partes del dibujo que haya realizado.
PASO
8: Hacer
que el niño entable un diálogo entre dos partes de su cuadro o entre dos puntos
de contacto u opuestos. Por ejemplo, entre el camino y el auto, o la línea
alrededor del cuadrado, o el lado feliz y el lado triste.
PASO
9: Estimular
al niño para que ponga atención a los colores. Al dar sugerencias para un
dibujo mientras el niño está con los ojos cerrados, se puede decir:
"Piensa en los colores que vas a usar. ¿Qué significan para ti los colores
brillantes, oscuros? ¿Vas a usar colores brillantes u opacos, colores claros u
oscuros?". Se desea que el niño esté consciente de lo que hizo, incluso si
no quiere hablar de ello.
PASO
10: Estar
atento a claves en el tono de voz, postura del cuerpo, expresión facial y
corporal, respiración y silencio del niño. El silencio puede significar
censura, pensamiento, remembranza, represión, angustia, miedo o conciencia de
algo.
PASO
1 1: Trabajar la identificación, ayudando al niño/a a
"reconocer" lo que se ha dicho sobre el cuadro o partes de éste. Los
niños no siempre tienen que "reconocer" las cosas. A veces es suficiente
que hayan exteriorizado algo mediante el cuadro aunque ellos mismos no lo
reconozcan.
PASO
12: Dejar
el dibujo y trabajar en las situaciones de la vida del niño y los asuntos
incompletos que emergen del cuadro. Se puede iniciar con: ¿encaja esto con tu
vida?. Si el niño/a refleja o expresa una emoción se puede decir: ¿Qué acaba de
pasar?. Para que hable sobre algo en su vida ahora o en el pasado que de alguna
manera se relaciona con su actual situación de vida.
PASO
13: Estar
atento a las partes faltantes o espacios vacíos en los cuadros y prestarles
atención.
PASO
14: Permanecer en el flujo de primer
plano del niño o prestar atención a mi propio frente o punto de vista: donde
encuentro interés, entusiasmo o alegría. A veces hay que guiarse con lo que
está en el dibujo, y otras, adherirse a lo opuesto que hay en él.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Kehrmann, L. (s.f). Infancia y Gestalt. Instituto de Psicoterapia Gestalt.
Oaklander, V. (2010). Ventanas a nuestros Niños, Terapia Gestáltica para Niños y Adolescentes. Editorial Cuatro Vientos.
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