Violet Oaklander comenta la
importancia de tiene el tener una colección de láminas y de imágenes (pueden
ser postales, ilustraciones de libros infantiles, grabados de arte, cartas de
tarot, tarjetas con palabras escritas, niños haciendo cosas) para generar
narraciones por parte del niño, siempre bajo el concepto de que a través de éstas
se generaran proyecciones. Se sugiere que las imágenes sean
imágenes surrealistas, ya que de ésta forma se logrará que el niño extraiga una
figura significativa para él, y al momento de narrar una historia la proyección
será más evidente.
¿Cómo trabajarlo?
1. Se pide al niño que seleccione
algunas láminas y las coloque en el piso, mesa o sobre una superficie
plana.
2. Se le puede pedir que
seleccione al azar (lo que más le atraiga) o que seleccione las imágenes de
acuerdo a un título o tema. Con ésta selección se revela muchísimo sobre el
mundo interno del niño, ya que puede decir mucho sobre lo que el niño está sintiendo
en ese momento o en su vida en general.
3. Se pide al niño que elabore
una historia y se pone en práctica los 14 pasos de trabajo planteados por
Oaklander para llevar al niño a un darse cuenta de lo que está sintiendo o
expresando por medio de esa historia.
4. Durante la narración el
niño puede incluir elementos extra o personajes que no son visibles en las
tarjetas. Además el terapeuta puede mover las imágenes de lugar y preguntarle
al niño cómo afecta eso su historia... lo importante es tener la habilidad de
identificar el tema principal de la narración del niño y hacerle ver qué hay
detrás de eso que está contando.
Referencia Bibliográfica
Oaklander, V. (2010). Ventanas a nuestros niños, Terapia Gestáltica para niños y adolescentes. Editorial Cuatro Vientos.
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