La terapia de juego es un método de ayuda y apoyo para el niño que presenta problemas o conflictos. El enfoque tiene como base el hecho de que el juego es el medio natural de autoexpresión que utilizan los niños. Se le brinda la posibilidad de expresar sus sentimientos y problemas, tal como un adulto lo haría a través de verbalizaciones.
Existen dos tipos de terapia de juego:
- Directiva: Dentro de ésta el terapeuta toma la responsabilidad de guiar e interpretar lo que el paciente expresa a través de sus juegos. Se emplea una estructura dentro de la sesión. Además el terapeuta se entrena para aplicar técnicas específicas de tratamiento. Aunque la terapia de juego sea directiva aún se fomenta la expresión libre por parte del niño. Las terapias más sobresalientes de este tipo son Sandplay y la Terapia de juego Cognitivo-Conductual.
- No Directiva: El terapeuta que utiliza este tipo de terapia permite que sea el niño quien sea el responsable e indique el camino a seguir durante el tratamiento. El enfoque no directivo se basa en que cada individuo lleva dentro de sí mismo la habilidad para resolver problemas de manera efectiva y también de un impulso de crecimiento que hace que las conductas maduras lleguen a ser más satisfactorias que las conductas inmaduras. La velocidad de los cambios que ocurran dentro del tratamiento dependen de la reorganización de las experiencias que el niño posee hasta el momento, de sus actitudes, pensamientos y sentimientos que abren la posibilidad de llegar a la introspección.
El juego como terapia
Referencias
Axline, V. (1975). Terapia de Juego. Editorial Diana S.A. México: México, D.F.
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